Fue para no creer. Juan Aurich lo tenía todo en el bolsillo. Jugaba bien, con orden, con unos deseos enormes y ganaba fácil 2-0 a un rival prácticamente entregado, sin embargo, en el complemento, dio un giro de 180 grados y cumpliendo la peor actuación de los últimos meses, se dejó voltear y terminó perdiendo 3-2.
Lo peor fue que le empataron el partido en cinco minutos. De remate, en el segundo tanto de los locales, expulsaron al arquero Penny dejando al equipo con un hombre menos.
Aurich entró en pánico y así ya no se pudo hacer nada. Por el contrario, León agarró confianza, fuerza y entereza y terminó ganando el partido.
¿Qué pasó con Aurich? El tanto de Cardoza, apenas comenzado el complemento, causó tal desconcierto que fue lo que en definitiva hundió al equipo.
Diego Penny, para empezar, la malogró todo con su tonta expulsión. Su reacción golpeando a Zegarra fue propia de un inexperto, perjudicando enormemente al equipo.
Manuel Ugaz ratificó sus enormes limitaciones y no aportó nada de nada mientras Nelinho Quina continúa sin aparecer, convertido en nulidad.
Fleitas y Guadalupe fueron puertas abiertas para los rivales. El argentino falló en la cobertura del primer tanto local mientras Guadalupe cometió un penal total y definitivamente ridículo.
Molina se dedicó a golpear a los rivales en tanto que Araújo pasó desapercibido. Valencia únicamente inquietó con un par de tiros libres sin fortuna.
Israel Kahn hizo su gol y después fue silencio mientras que Chiroque sólo aportó entusiasmo, siendo fácilmente controlado por los rivales.
Zúñiga fue lo mejor del equipo mostrando mucho temperamento pero no fue suficiente.
Tejada se perdió un gol increíble que hubiera cambiado la historia mientras Rojas ayudó en la marca cuando ya todo estaba cuesta arriba. Drago cumplió con acierto.
Una derrota realmente de Ripley que nos duele a todos los aurichistas.
Kike Ciclón
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