Qué manera de perderse goles, qué forma tan displicente de jugar, qué falta de ganas de los futbolistas, qué carencia total de idea táctica. Aurich es un remedo de equipo, a años luz de anteriores temporadas que nos hacía delirar de gusto.
El pobre 1-1 evidencia la crisis que vive el equipo rojo, pero más allá del resultado, lo que alarma más es que los de abajo se acercan y complican la situación del Ciclón en la tabla.
Después de tantos años, cuando pensábamos que esos dramas de descender ya pertenecían al olvido, el club vuelve a estar comprometido con la baja, culpa de los dirigentes de contratar a Bakero y conformar un plantel perdedor.
Ojalá el milagro de una resurrección se produzca en la liguilla y se consiga mantener al equipo en Primera División pero por lo visto ante Inti Gas, el Ciclón es candidato a irse.
El golerito Duarte lució muy nervioso y falló en el tanto ayacuchano, quedando mal parado mientras que Josué Estrada le puso muchas ganas pero no fue suficiente.
Céspedes ratificó que sigue de mal en peor mientras Balbuena y Ramos son puerta abierta para todos los ataques contrarios.
Rojas se esforzó al máximo para contener los intentos rivales mientras que Oscar Vílchez se cansó en el primer tiempo intentando empujar al equipo hacia el gol. Merino fue el mejor de la cancha pero solito es poco lo que puede hacer para cambiar las cosas.
Sánchez y Viza fueron una nulidad total mientras que Ovelar perdió muchas ocasiones ratificando también que está en mal momento. Ni el gol lo salva.
Kahn aportó poquísimo mientras que Godos no hizo gran cosa. Del venezolano Arismendi es mejor no decir nada.
Alarmante todo lo que pasa con Aurich y ojalá que los dirigentes despierten antes que sea demasiado tarde.
Pepepe
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