El Ciclón muestra oficio, sabe lo que hace y le gusta ir al ataque. Por eso sacó la amplia ventaja del comienzo, porque no se asustó a la altura cusqueña. Y es más, cuando quedó con 10 hombres el equipo mostró aún mucho más alma y temple frenando el ímpetu contrario.
Un buen empate que pudo ser triunfo pero el 2-2 no despinta, de ninguna manera, la sonrisa de satisfacción por lo hecho por el equipo.
Juan Goyeneche estuvo bien en el arco. Tuvo dos salvadas estupendas en el primer tiempo. En el segundo gol cusqueño dio la impresión que pudo hacer más. Una de las figuras de la cancha.
Perleche estuvo animoso pero al final se quedó sin piernas mientras Céspedes jugó un gran partido empujando al equipo al ataque. Exageró en el personalismo.
Balbuena y Ramos estuvieron bien pero en el primer tanto local se quedaron en la marca de Baylón y en el segundo gol, no se taponeó a Ramúa, pero en líneas generales estuvieron muy bien.
Vílchez cumplió en el ida y vuelta, corriendo mucho y marcando bastante mientras Carranza, por su vehemencia, dejó al equipo con un hombre menos.
Mariño estuvo bien, empeñoso pero le faltó más para redondear una buena labor mientras Rengifo anotó un golazo, el primero del Ciclón, y al final se cansó. Pacheco, a su vez, nos regaló un nuevo golazo para ponerle marco.
Ovelar empeñoso como siempre, llevando peligro al arco de Carranza.
Noronha ingresó bastante ganoso pero sin mayor fortuna en sus avances mientras Cuba ordenó mejor la defensa. Cummings, finalmente, ayudó bien en la línea de contención roja.
En resumen, bien, muchachos.
Pepepe
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