Aurich tuvo un mal comienzo, lleno de errores, con muchos desaciertos y falta de claridad. Es más, el equipo se mostró apático, con una preocupante lentitud.
Unión Comercio estaba haciendo su negocio, bien paradito al fondo, sin embargo el Ciclón reaccionó en el complemento, Germán Pacheco se echó a jugar, Ovelar abrió la defensa rival y con el empuje de Céspedes y Cuba, llegaron los goles y la felicidad en la fanaticada aurichista.
El 4-0 entusiasma mucho, sin embargo es necesario corregir aún, sobre todo después de lo que se vio al comienzo del cotejo.
Goyeneche estuvo muy bien en el arco aurichista, sobrio y seguro aunque se le exigió poco. Perleche, en cambio, lució cohibido, temeroso y sin desborde, siendo cambiado. Ramos y Balbuena, a su vez, luego de varios sofocones al comienzo, finalmente terminaron mandando en el área roja.
Céspedes estuvo muy ganoso, incluso se perdió un golazo, tras dejar varios rivales regados en el camino. Rojas hizo lo suyo y hasta se animó a probar de lejos, aunque sin fortuna. Vílchez una vez más cumplió, con acierto, en su labor, un buen baluarte en el Ciclón.
Merino encontró mejor respuesta al ingresar Mariño ya que Viza no aportó mucho como nexo con elataque. "Cuchara" fue cambiado.
Pacheco hizo dos goles y tuvo una actuación formidable en el complemento, empujando al equipo al ataque mientras que Ovelar estuvo empeñoso, luchador y siempre metido, como cuña, en el área contraria.
Marño se juntó muy bien con Merino e hicieron diabluras para delicia de los hinchas. Carranza ayudó en la marca en tanto que Cuba hizo un gol y fabricó otro, en una actuación encomiable.
En suma, un triunfo contunde, con sabor a fiesta y ojalá se siga así, arrollando a los rivales.
Kike Ciclón
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