Juan Aurich escribió una nueva página negra en su ya horroroso libro de desaciertos y metidas de pata de los últimos años, luego que el Tribunal de Licencias de la FPF denegara la intervención del Ciclón en la Liga 2. Nuestro equipo perdió por walk over ante Alianza Universidad de Huánuco por obra y gracia de los dirigentes que manejan el club.
No es la primera vez que los dirigentes aurichistas la embarran. Desde que perdió la categoría, por la magra labor de César Alva quien estaba al frente del club, ha sido un rosario de errores, incumplimientos en los pagos, desaciertos y pésimo manejo y que, por su culpa, nos tienen enclaustrados en la división de ascenso, donde todo hace indicar seguiremos condenados por muchos años más mientras sigan estos mismos dirigentes al frente del Ciclón.
Aurich fue advertido que había incumplido con el Tribunal de Licencias, no debió ser programado pero los dirigentes apelaron y finalmente ocurrió lo que tenía que suceder: le dijeron nones y por ello no se pudo jugar el partido ante Alianza Universidad de Huánuco.
Esta vergüenza, este nuevo papelón es culpa de los dirigentes, ya no es uno o dos desaciertos, es toda una cadena de yerros y lo mejor que pueden hacer estos señores es marcharse del club y dejar el camino libre para gente capaz, que ame al ciclón y que trabaje con seriedad. Es el clamor de toda la familia aurichsita.
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