Jugó con mucho entusiasmo y habilidad. Fue aguerrido y no rehuyó a las patadas. "Rei" demostró en la cancha que sus pergaminos valen.
Fue quien propició las mejores llegadas al arco rival, se las entendió a la perfección con Tejada y dio que hablar las veces que se juntó con "Cachete" Zúñiga en la segunda mitad del partido.
Manco es desequilibrante y con poco más de trabajo y compenetrarse al resto del grupo, puede convertirse en la manija de este Aurich 2010 ansioso de éxitos.
El arquero argentino Morales dejó dudas, no fue una garantía en los palos y en cambio Tejada estuvo bastante voluntarioso en la avanzada chiclayana.
Una crítica: La insignia que lució Aurich fue de mal gusto: amarilla. Los colores sagrados del Ciclón son rojo y blanco. Por favor a los dirigentes, la insignia aurichista es blanca.
Ferreñafe
Foto Correo
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