Juan Aurich no solo perdió con Cienciano. También perdió en la credibilidad de los hinchas, hizo un forado en el ánimo de la fanaticada roja, embarró su prestigio y lo que es peor dejó mal parada a la dirigecia que preside Edwin Oviedo.
Lo que vimos ayer no tiene nombre. Juan Aurich hipotecó su bien ganado historial con una derrota absurda a todas luces premeditada.
¿Cómo puede prestarse a ese juego Juan Reynoso? ¿Cómo pueden secundar a esta falta de ética los jugadores? ¿Acaso para ninguno de ellos vale la camiseta?
Aurich tiene un nombre ganado en el mundo entero y con actuaciones así, tan falsas, tan sospechosas, no hacen más que hundir más al equipo.
El Ciclón no necesitaba dar dádivas a nadie. Esto es fútbol y es una competencia, no un regalo anticipado de Navidad como lo que vimos en el estadio Elías Aguirre.
Después de esta vergonzoza actuación no queda más que pedir que se vayan todos. Empezando por el técnico Reynoso hasta el último de los jugadores.
Edwin Oviedo, además, debe dar una explicación a la hinchada. ¿Tuvo algo que ver que sea cusqueño? Si es así, está en falta con el club, con su historia y con la hinchada.
La derrota, ademas, reelega al Auich en la tabla y en vez de pelear una segunda fase en la Copa Sudamericana que corresponde al primer equipo peruano en esa justa, tendrá que ir desde la primera fase copera, tocándole quizás un equipo fuerte que nos saque de buenas a primeras.
Una lastima lo que hems vivido y esperamos que todos los farsantes que han manchado la sagrada casaquilla roja, se vayan.
Kike Ciclón
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