El 3 de septiembre de 1922 se festejaba el cumpleaños de Juan Aurich Pastor en su haciendo Batangrande con un partidazo entre los obreros locales y el equipo del Simón Bolívar, capitaneado por el ferreñafano Augusto Tello, el popular "Pitijuí".
El duelo sacó astillas hasta a los cañaverales contaron por décadas testigos de ese duelo. Al final del cotejo, Aurich Pastor recibió a los jugadores del Bolívar en el porche de su casa y Tello le preguntó al dueño ¿cómo se llama su equipo? El hacendado rió bajo sus tupidos mostachos: "Sport Batangrande".
En medio de un brindis, abrazos y felicitaciones por el duelo, había nacido Juan Aurich.
Augusto Tello quedó tan encantado con el Sport Batangrande que pasó a trabajar a órdenes de Aurich Pastor.
El equipo de obreros siguió jugando muchos partidos contra trabajadores de otras haciendas y fue en 1925 que un japonesito que le llamaban "Ureta" le sugirió al encargado del equipo, Bartolo Cabrejos, que era mejor cambiarle el nombre al cuadrito y que se llame Juan Aurich.
El mismo Tello contó que hubo temor porque el patrón podía enojarse, total él mismo le había llamado Sport Batangrande a su escuadra de trabajadores. Los obreros le pidieron a "Pitijuí" que se lo diga. Fue acompañado de Moisés Díaz Realiza.
Aurich Pastor no sólo agradeció el gesto sino que se emocionó hasta las lágrimas y aceptó el cambio. Además se convirtió en el presidente honorario del que sería el Ciclón del Norte.
Tello relató además que Aurich Pastor mandó a comprar a tela de los uniformes y que quería que fueran a rayas azules verticales. Las camisetas las confeccionó doña Adelaida Ayala mamá de Juan Ugaz, uno de los grandes índolos aurichistas.
De acuerdo a la leyenda, las camisetas originales tenían dos juegos: a rayas verticales en azul y amarillo y otra con la mitad verde y el resante blanco. Así jugó muchos años.
Juan Aurich adoptó recién el rojo en sus uniformes en 1938.
Otras crónicas relatan que Aurich nace de la base del Sport Tifón que había formado Oswaldo Aurich, hermano del hacendado, y una más relata que el equipo se formó en Mayascong bajo la batuta de otro de los hermanos de don Juan, el célebre Edmundo Aurich y que se llamaba Atlético Huracán.
Sin embargo, el relato de "Pitijuí", confirma lo que es orgullo aurichista: el equipo se fundó entre cañaverales y el sol abrasador de Ferreñafe, en el corazón de la hacienda Batangrande.
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