No pudo ser. Aurich propuso, fue al ataque y Franco Navarro puso sus mejores cartas, pero la expulsión de Willian Chiroque y la carencia, otra vez, de definición, nos dejaron con los crespos hechos.
Ni la derrota sufrida por Real Garcilaso, hizo que mejorara la puntería. Aurich fabricó numerosas ocasiones de anotar, pero pasó lo de siempre: no se concretaron.
Chiroque, de otro lado, tendrá que ganarse un severo jalón de orejas, pues es el gran culpable de éste tropezón que nos deja demasiado lejos de los cusqueños y los trujillanos en el Grupo B de las liguillas.
Diego Penny estuvo muy bien en el arco. El larguirucho portero aurichista salvó varios remates venenosos de los characatos.
Guizasola no trascendió mucho pese a su gran entusiasmo mientras que Fleitas y Guadalupe cumplieron con acierto hasta el gol rival que llegó tras una fatal duda.
Quina aportó poquísimo.
Inolopú pudo anotar un golazo, pero su tiro salió alto. Estuvo movedizo. Rojas cumplió en la contención mientras Kahn lució voluntarioso y provocó sofocones en el área rival.
Chiroque, está dicho todo, fue expulsado de manera absurda por meterle un golpe a un contrario, cuando Aurich ya se había enseñoreado en la cancha.
Tejada empezó con muchas ganas, pero después se fue apagando hasta terminar siendo totalmente intrascendente y Mauricio Montes sencillamente no hizo nada.
Luis Trujillo aportó entusiasmo pero fue insuficiente mientras que Zúñiga fue muy marcado, pasando inadvertido.
Finalmente a Michael Guevara le quedó demasiado corto el tiempo.
No pudo ser. Era un partido clave para las pretenciones aurichistas, pero se perdió. Ahora nuevamente sólo queda rezar.
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