Mosquera dirá que así es el fútbol moderno. Puede ser, pero Cristal con Sheput y Manicero tocando, metiendo pases exactos lo pasó por encima al Aurich y le demostró al DT rojo lo que es saber jugar pelota.
Tigres de México hizo lo mismo. Controló la pelota, manejó los tiempos y casi nos mete diez al inicio de la Libertadores mientras Aurich juega a la de Dios, a la prepo, a la que salga arriba.
No esperemos mucho, entonces, de este equipo. Si la filosofía va a ser jugar al ollazo, entonces mejor es rezar no para ganar sino que no nos humillen feo.
Gallese estuvo bien pero al final se contagió del desorden y el caos rojo. Su actuación fue discreta. Cuba y Céspedes aportaron muy poco, poquísimo y sus centros se iban a cualquier lado, aunque el "Gato" aportó el primer gol. Ramos metió un penal innecesario y Balbuena fue una puerta abierta a los contrarios.
Rojitas terminó "macheteando" a diestra y siniestra, desesperado por el poco apoyo y buen juego de Marcos Delgado, mientras Oscar Vílchez y Deyair Reyes jugaban a nada, porque no hay un director de orquesta que los guíe y Rengifo y Tejada chocaron, chocaron y chocaron con los defensas contrarios.
Tan mal estaba Aurich que Tejada buscaba armar juego y una pared suya con Rengifo permitió al "Charapa" anotar. Después ambos fueron silencio.
Acevedo ni hizo nada mientras que Pacheco solo aportó entusiasmo y Ross además de perderse un gol clamoroso, no destacó en absoluto.
De mal en peor y la verdad de la milanesa es que Aurich es un equipo que deambula en la cancha.
Ferreñafe
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