Qué curioso. En la formación de Aurich que se presentó en Iquitos y ganó y tomó la punta del Descentralizado 2009, Edison Chará está debajo de Gianfranco Espejo. El recordado "Espejito" partió sin despedirse una noche de este año, en un accidente automotor... y ahora el colocho es asesinado en su país por un desconocido.
Aurich vuelve a estar de luto y llora otra vez. Chará fue ídolo y muy querido en Chiclayo. Su paso en el Ciclón fue extraodinario. Quimboso, pinturero, don de gente, muy alegre y divertido. Edison, qué duda cabe, se ganó el cariño de la hinchada con creces.
Fue artífice en ese sensacional triunfo 2-1 sobre Minero en la definición de la baja en 2008, cuando Chiclayo temía el descenso.
Chará destacó además por su don de gente. Todos sufrimos su seria lesión ante Alianza Lima en las liguillas finales del 2009 que nos privó de ganar el campeonato nacional.
Ahora, ese morenito tan alegre, chispeante, que hacía las delicias de las tribunas, que era jovial en su fútbol, que hacía de cada jugada una pícara pintura, ya no está más con nosotros. Lo mataron cruelmente. Víctima de la violencia que existe en su país y que alarma al mundo entero.
Chará fue brillante. Con Sergio barra formó una dupla letal para las defensas contrarias.
Es inolvidable ese golazo que le hizo a Bolognesi en Tacna, cuando Aurich requería ganar para mantenerse en la Primera División.
Le gustaba la salsa, bailaba muy bien y sonreía siempre, incluso la vez que le dijeron que se iba del Ciclón porque sabía que quince días después volvería a vestirse de rojo y a mantener al equipo en el sitial que se merece.
Edison nunca hizo problema a técnico alguno. Y por eso era querido dentro y fuera de las canchas.
Espejo y Chará están juntos, ahora... como esa inolvidable formación de Iquitos.
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