Razones de trabajo me tienen en el sur del país y aquí, lejos de mi querido Chiclayo pienso en mi Ciclón Aurich y la necesidad de ganar mañana a Total Chalaco para que recupere la tranquilidad y vuelva a despegar. Hace apenas una semana que estuve en ventanillas comprando mi boleto para el partido con Vallejo y cómo quisiera estar otra vez con los patas, formando mi cola, con mi camiseta roja y la JA grandota al pecho, palpitando junto a todos los aurichistas una victoria, anhelando que Manco, Ciciliano y Tejada hagan de las suyas.
Y en el silencio de la lejanía del querido Elías Aguirre pienso en todos los hinchas que mañana estarán en las graderías gritando por el Aurich, haciéndole barra y aplaudiendo a los muchachos obligados a reivindicarse con nosotros los fanáticos rojos.
Mi invocación es única: no dejemos de alentar. Que todos los hinchas que concurran a ver al Ciclón lo hagan con la firme intención de apoyar al equipo, a hacer barra de principio a fin y demostrar al resto del país que seguimos unidos en torno al equipo y que tenemos fe en esta empresa que es sacar campeón nacional al Aurich.
Suárez anuncia cambios y una formación ofensiva. Esperemos que acierte y sobretodo apoyemos, con aliento, su alineación. Que el jugado número 12 rojo haga sentir su presencia, aplanando al rival con cánticos y el tradicional Aurich, Aurich, Aurich que es nuestro grito de batalla.
Confío en la victoria y estoy seguro que será con goleada. Y ese triunfo permitirá al equipo levantarse y ser el auténtico Ciclón que todos queremos.
Por eso... no dejemos de alentar, aurichistas.
Pepepe
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