viernes, 13 de septiembre de 2013

Buena, "Loco"

La verdad es que Erick Delgado no solo permitió el triunfo aurichista y fue el mejor jugador de la cancha, sino que se mandó un partidazo para el recuerdo. Gracias al "Loco" Aurich pudo conseguir un triunfazo contra San Martín y vuelve a respirar en la lucha por evitar el descenso.
Delgado salvó hasta tres goles cantados y estuvo siempre "vivo", atento a las jugadas y hasta se manzó una voladaza  ante un remate venenoso del colombiano Luis Perea.

El triunfo de Juan Aurich se debe en un 90 por ciento a Delgado. La hinchada le había perdido fe con sus malas actuaciones anteriores, pero ante San Martín el "Loco" fue un auténtico gigante.
El triunfo sirve de mucho sobre todo en el aspecto anímico. El equipo recupera la confianza y permite a Mosquera debutar con del pie derecho con el buzo y ahora la tarea es olvidarnos de la lucha por el descenso.
Además de Delgado, los centrales estuvieron eficientes. Edgar Balbuena le puso muchas ganas, coraje y hasta en varios pasajes fue al ataque, sembrando rivales. Fue el Balbuena de antes. A su vez, Diego Minaya se empinó en el bloque defensivo y fue una pared en todos los intentos albos.
Rodrigo Cuba anotó un golazo y lució empeñoso en el bloque defensivo en tanto que Jeickson Reyes aportó también ganas aunque lució desordenado y tímido en las proyecciones.
Rojas también fue un gigante en Olmos. Contuvo los intentos albos con acierto y fue un verdadero perro de caza. Vílchez también derrochó entusiasmo en la cancha y probó constantes veces de lejos buscando sorprender al golero contrario.

Viza y Sánchez ayudaron en la marca pero ofensivamente no hicieron nada. Como no aportaron en gran medida, Roberto Ovelar quedó aislado e igualmente su actuación fue descolorida.
Todo lo contrario fue Merino quien, como siempre, la rompió, dándose íntegro y llevando siempre peligro al área contraria. Fue el motor rojo.
Carranza ayudó muy bien en la contención cuando San Martín se fue con todo mientras que Kahn llevó bastante peligro al arco contrario y ayudó bastante en la marca. Finalmente, el venezolano Arismendi demostró que es un lastre en el equipo.
Triunfo sufrido, pero triunfo al fin. El 1-0 fue merecido y esperemos que sea el comienzo de la recuperación aurichista.

Ferreñafe

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