Lo peor es que la derrota nos condena al triangular por la baja con Gálvez y Unión Comercio y las posibilidades de salvarnos de la baja son remotas.
Aurich tuvo buenas ráfagas de excelente fútbol, es verdad, pero ¿qué hacemos jugando bien, si al final perdimos como siempre?
Da pena ver al equipo perder siempre, pero es decisión de la dirigencia manteniendo a Bakero y habiendo contratado a jugadores que no marcan la diferencia.
Goyeneche se mostró inseguro en el arco aurichista, contagiando a la defensa roja con sus desaciertos. Tuvo un par de tapadas meritorias. Estrada cometió un penal inocente que desembocó en la derrota roja mientras Balbuena y Ramos padecieron mucho para detener a los hábiles atacantes rivales.
Cuba se entreveró con ramos y Balbuena, fallando constantemente y Reyes aportó poquísimo, sin desbordar jamás.
Rojas hizo lo que pudo para frenar los avances locales mientras que Merino a la par que fue el mejor del Ciclón, fue el verdugo rojo, fallando un penal decisivo.
Kahn no hizo nada bueno al igual que Godos mientras que el venezolano Arismendi anotó un gol y después fue silencio.
Tomasevich no hizo igualmente nada de nada mientras Viza y Sánchez ratificaron que su aporte, en Aurich, ha sido nulo.
La baja parece ser el destino de Juan Aurich y esta derrota en Ayacucho ya no es una alarma, sino una auténtica esquela de defunción.
Ferreñafe
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