lunes, 2 de septiembre de 2013

Cuando le hicimos seis a la "U"

A puertas de cumplir mañana 91 años de creación, qué mejor que recordar uno de los triunfos más apoteósicos de Juan Aurich a lo largo de su gran existencia: el 6-1 que le hizo a Universitario de Deportes en el estadio de Matute.

Es la goleada más grande en la historia aurichsta.
Fiesta en las tribunas, algarabía, sabor a marinera y resbalosa, con coraje, garra, calidad y talento.
Cómo extraña la hinchada esas glorias rojas, esas actuaciones inolvidables, cuando Aurich se reía de los grandes y no le temía a nada.
Y tenía la fuerza de un ciclón.
Fue la tarde del domingo 21 de septiembre de 1975. Los cremas, de locales, con Héctor Chumpitaz y Juan Carlos Oblitas en sus filas, eran favoritos mientras que el Ciclón, pese a estar entre los primeros lugares de la tabla, no contaba con los mejores pronósticos.

El fortín aliancista lucía colmado de hinchas. El Estadio Nacional aún estaba inhabilitado por un gran terremoto que había ocurrido un año antes, en octubre de 1974.
Aurich salió a la cancha, con aplausos, con Francisco Menzoa en los palos, Miguel "Nana" Mendoza, Tito Morinaga, Julio Meléndez y Gonzalo Cayo en el bloque defensivo; Luis Sanjinez, Valencia y Víctor Calatayud en la mediacancha y en la avanzada Arnaldo Canuto" Cadenillas, Jorge "Mugui" Bolívar y Carlos Gonzales Pajuelo en la avanzada.
Los cremas se pusieron adelante en el marcador con anotación de Roberto "Crítico" Zevallos, lo que hizo pensar a la hinchada que el triunfo sería merengue.
Pero el Ciclón, entonces, era un equipo aguerrido, corajudo, pletórico de amor a la chompa. Rápidamente se recompuso del golpe y se adueñó del balón y empezó a mandar a la cancha, dejando boquiabiertos a los casi 30 mil hinchas que abarrotaban Matute.

Así, rápido, llegó el empate. Una gran corrida de "Canuto" Cadenillas, apilando rivales, entre ellos Toyco y Cuéllar, y su centro rasante lo aprovechó Víctor Calatayud para superar al golero argentino Jafelle, decretando el empate.
La admiración empezó hacer grande, con el segundo tanto rojo. Un golazo de "Mugui" Bolívar, en primera, enmudeciendo a la fanaticada crema.
Antes que termine el primer tiempo llegó el tercero. Calatayud se descolgó rápidamente, sorprendiendo a la defensa  crema, y superó a Jafelle con un remate corto. Golazo.
El show continuó en el segundo tiempo. Aurich se enseñoreó en la cancha. Comenzó su recital de marinera y las tribunas aplaudían fervorosas el show rojo.

Llegaron dos goles más de Calatayud, en una, incluso, que se llevó a toda la defensa contraria, al golero Jafelle y sin más ni más se metió con todo y pelo al arco, desatando la euforia de la hinchada.
El otro tanto tuvo sello chiclayano, a través de "Canuto" Cadenillas.
Nadie lo podía creer: Aurich 6 Universitario 1, en Lima, con la hinchada crema bulliciosa, con Chumpitaz y Oblitas en sus filas. El Ciclón ratificaba  en Matute que es grande por soberbio.
La afición aplaudió a un genial Julio Meléndez y un impasible Tito Morinaga en la defensa, un soberbio Luis Sanjinez en la volante y por supuesto el hat trick de Calatayud nada menos que a su ex equipo.
Un lindo recuerdo, con fotos de colección de aquella memorable jornada, y qué mejor cuando estamos a puertas, mañana, del aniversario número 91 del Ciclón.
Salud, rojos.

2 comentarios:

  1. Ese partido memorable lo escuché por radio, era increíble como se disfrutó ese triunfo, y lo mejor que fue a domicilio, de visita, nadie daba crédito que el corajudo ciclón del norte era imbatible y con un equipo donde era capitán y entrenador Julio Meléndez

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  2. Aurich, pudo ser una inst. grande y tener su propio estadio; faltó capacidad y visión en sus dirigentes.

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