Aurich no merece esto

 

El pobre espectáculo que ofreció Juan Aurich ante Llacuabamba, jugando pésimo, sin alma, literalmente a nada, ratifica no solo el mal momento del Ciclón, sino que el equipo continúa a la deriva por más jales que se han hecho.

Llacuabamba se mostró como un equipo, igualmente, mediocre, sin mayores alternativas pero aún así, Aurich no pudo ganarle y continúa al fondo de la tabla, comprometido con el descenso.

Lo dijo Piero Antón al final del partido. "Nos faltaron más ganas, más actitud" para ganar y por eso ocurrió el empate que nos deja muy mal parados en la tabla, lejos de la punta, con tan solo 10 partidos por delante para tentar el milagro de pelear el ascenso.

¿Qué se puede hacer con un plantel tan malo? Ni Mandrake haría el milagro que Aurich empiece a ganar porque los jugadores no dan la talla, no quieren al Ciclón, no sudan la chompa y no dejan el alma en la cancha. Por eso Aurich la pasa tan mal en el año de su centenario.

Y la hinchada debe soportar el triste espectáculo ofrecido por el argentino Raúl Acosta y Junior Ross que solo jugaron unos minutos y después fueron cambiados, ratificando que están sin estado físico adecuado y que son, simplemente, rémoras para el plantel.

La dirigencia tiene toda la culpa por hacer mal las cosas desde un comienzo, contratando jugadores mediocres, por no preocuparse por los carnets de cancha, no pagar los sueldos a los jugadores y hacer sus tareas al revés. Y estas son las consecuencias. Aurich, en sus cien años no vive una fiesta, sino un funeral.

¿Reimond Manco podrá sacar del hoyo al Aurich?  Ojalá. Como hinchas del Aurich es lo que queremos todos. Aquí no se trata de los dirigentes, del entrenador, de los jugadores. Se trata del Ciclón del Norte, de nuestro querido club, y hay que salir a matar por nuestros colores. De eso se trata.

No actuaciones bajísimas, flojas, descaradas como la que ocurrió ante Llacuabamba que los jugadores no le pusieron pizca de alma en la cancha y deambularon la grama, jugando a nada, rotando el balón y esperando que el reloj marque los 90 minutos. Así no se hace la historia de un club.

Aurich no merece esto.  Es hora de que el Ciclón empiece a soplar y el jalón de orejas es a los jugadores. Ya no más actuaciones tan displicentes como el que hemos visto ante Llacuabamba. No lo hagan por esos dirigentes empecinados en hundir al club y desaparecerlo, háganlo por los hinchas que amamos al Aurich, por la tradición del club y por los cien años que cumple el equipo este 2022. Salgan a matar a la cancha, reivindíquense como futbolistas.

 Insistimos: Aurich no merece esto, lo que hicieron los jugadores en la cancha, regalando el partido, no queriendo ganar, jugando tan mal. Por favor, rómpanse en la cancha, háganlo por el club y por los 100 años del Ciclón. Por nosotros los hinchas.