¿Por qué esa obsesión de malograr los cien años del Ciclón? ¿Qué culpa tiene Aurich de apagar 100 velitas? Todos los hinchas aurichistas pensábamos que este 2022 se formaría un equipazo para sacarle lustre al histórico aniversario y retornar a la Liga 2, pero por el contrario, vemos a un equipo malazo, dando pena en la cancha y siendo goleado como a vulgar cuadrito de barrio.
Toda la culpa es de los dirigentes. Armaron un equipo mediocre, sin posibilidades, y sin pensar en los 100 años del club, perpetraron esta ofensa a nuestro querido Juan Aurich, convirtiendo en lo que debería ser un carnaval en un velorio tétrico donde sobra el llanto.
Aurich no solo juega mal, que es lo de menos. No tiene equipo para pensar en milagros y la culpa, absoluta, es de los dirigentes porque ellos este equipo perdedor que solo sabe provocar lágrimas en los hinchas.
Lo que hemos visto en Andahuaylas es el colmo de la inoperancia. Un equipo sin alma, desordenado, jugando a nada, siendo presa fácil del rival, teniendo como única lectura de juego el pelotazo. Y así jamás se ganan los partidos.Pensar que Aurich va a ganar los 9 partidos que restan del campeonato es creer que los chanchos vuelan. No queda más que celebrar los 100 años llorando, sin fiesta ni nada.
Las cosas se hicieron mal desde un comienzo. Se advirtió con anticipación que los dirigentes estaban metiendo la pata y allí están las consecuencias. Aurich da pena en la Liga 2 y merece, sinceramente, irse a la baja.
Ojalá las cosas cambien en lo que queda del torneo, pero por lo visto en Andahuaylas, es ilusionar fatuamente y engañarse.
A llorar a la playa dirían los viejos hinchas, pero no es cuestión de resignarse sino de dar cuentas a la hinchada todo lo mal que se ha hecho este año, armando un plantel sin aspiraciones, sin figuras y patinando con el pésimo trabajo realizado.Solo resta esperar que se ganen los partidos que quedan en la Liga 2 en una espectacular arremetida digna de una película de "Misión Imposible", pero es como soñar despierto. Aurich demostró en Andahuaylas toda su pobreza, su juego malísimo y la poca convicción por ganar. Y lo que más duele es tener que escribir ésta crítica en el año de los 100 años del Ciclón, cuando todo debería ser fiesta, jolgorio, elogios y sonrisas.
Kike Ciclón
Pena me da mi aurich, culpa de los mediocres dirigentes y los hinchas mudos
ResponderEliminarEste equipo está peor que el anterior que empezó. Nadies nos salva. (BAJAMOS.)
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