jueves, 20 de junio de 2013

A tiempo de enmendar las cosas

La derrota ante la "U" ha sido un golpe durísimo en la hinchada aurichista, igual a un pelotazo de cerca en medio de la cara. La hinchada quedó noqueada con la terrible decepción que significó caer con los cremas, sumar 6 partidos sin ganar, quedar a sólo tres puntos del antepenúltimo que es Unión Comercio, justamente nuestro rival del sábado, y estar al borde del descenso lo que no ocurría desde 2008.
Sin embargo, pese a tantos tumbos, Aurich está aún a tiempo de enmendar las cosas, salir del sótano, mejorar posiciones y hasta clasificar, con un poquito de suerte, a la Copa Sudamericana. Sin embargo, para eso, la directiva del Ciclón debe reconocer que se equivocó de cabo a rabo con Bakero.
Es verdad que el estratega español empezó muy bien la temporada, sin embargo su éxito fue efímero porque  Cristal y Real Garcilaso estaban entretenidos con la Libertadores, "U" y Alianza Lima superaban sus problemas internos y el resto de equipos estaban en proceso de armarse.

Cuando todos los equipos estuvieron en iguales condiciones, se le acabó la magia a Bakero. Su estilo de juego sin profundidad, fue fácilmente detectable, los jugadores rojos se cansaron de hacer pressing y empezaron las derrotas porque simplemente ganar a Aurich y su esquema Bakero es muy fácil.
La culpa no es solo de Bakero. La dirigencia aurichista, pésimamente asesorada, contrató a jugadores sin valía llámese Atoche, Velarde, Viza y Sánchez, mantuvo a Leandro Fleitas, Jeicson Reyes y Michael Guevara que no dieron la talla la temporada pasada  y con un plantel así, no se podía esperar nada de nada.
También llegaron jales increíbles como Cruz Cheng, Cáncar, Shoro que ni siquiera pasaron la pretemporada. Un desconocimiento total.
Edwin Oviedo dijo que la política iba a ser austera, pero se contradijo cuando, apremiado por los primeros reveses, comenzó a contratar a Ovelar, Pacheco y ahora al venezolano Arismendi. El plantel que anunciaba joven pero competitivo, resultó un tremendo fiasco.

Si Oviedo quería una gran revolución en nuestro fútbol debió incorporar  un técnico mejor  primero a cargo de la reserva o como gerente deportivo para conocer nuestra realidad.
El fútbol peruano es tan malo, se juega en canchas pésimas, artificiales en unos, llenos de huecos en otros, en climas anti-fútbol que si Barcelona con Messi jugara el Descentralizado, no lo duden, sería último.
Bakero es un técnico limitado. Quien se lo presentó a Oviedo como la octava maravilla del mundo, simplemente, le dio gato por liebre. No sabe, ni siquiera, revertir situaciones adversas, se equivoca los cambios como ayer ante la "U" que sacó al goleador Pacheco para poner a un marcador como Carranza
cuando Aurich pugnaba por conseguir el gol triunfal. Ni un neófito con el buzo hace esa locura.
Aurich, ahorita, lo que necesita es un técnico motivador. ¿Oblitas? ¿"Chemo" Del Solar? ¿Challe?  ¿Company?  Yo prefiero a "Petróleo" García, sin embargo, la verdad, cualquiera sabe más de fútbol que Bakero.

Pepepe

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