sábado, 28 de noviembre de 2009

De la Copa y otros demonios


¿Conviene jugar la Copa Libertadores como tercero?
Si el fútbol fuera lógico, Juan Aurich debe terminar tercero en el acumulado y por ende convertirse en el tercer representante peruano a la Libertadores. La pregunta es ¿vale la pena?
Tras el sorteo ayer en Asunción, nos tocaría un equipo mexicano. Y todos saben que el fútbol charro nos lleva una vía láctea de ventaja. Entonces, vuelvo a preguntar ¿vale la pena jugar dos partidos en enero, quedar eliminados y acabar tan pero tan temprano la alegría de una triunfal vuelta a la Copa?
En cambio, ser campeón nacional, nos llevaría hasta la fase de grupos, enfrentando a rivales aparentes y es más, jugando seis partidos. Sí, seis partidos de Copa. Para disfrutarlo.
Conclusión: Aurich debe salir campeón para disfrutar la Libertadores. O en el peor de los casos, subcampeón. La Libertadores sería un golazo en Chiclayo.
La palabra la tienen los jugadores. Mañana ante Cristal deben romperse como nunca, dejarse de niñerías y regalarle a Chiclayo la opción de pelear el campeonato.
Claro, dependemos de Gálvez y luego de Vallejo que deben batir a Alianza Lima, pero hay que intentarla, pues y no seguir jugando tan mal como ocurrió en Chimbote y Recuay.
Confío en mi Aurich. Queremos Copa Libertadores en Chiclayo, como campeón o subcampeón. Tercero no vale. Por favor Suárez, no metas más la pata.
Queremos una Copa Libertadores a la grande.
¿No se puede? entonces, mejor juguemos la Copa Sudamericana que es más fácil.

pepepe

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