Los íntimos no olvidan que el 14 de noviembre del 2009 los chiclayanos les jugaron una mala pasada. Cuando ingresaron al camarín, previo al partido con Juan Aurich (perdieron 2-1), se dieron con una ingrata sorpresa. Aquella vez, los victorianos entraron al vestuario y estaba inundado. Le habían sacado los inodoros, habían abierto las llaves de los lavaderos, y así los íntimos no lograron cambiarse ni refrescarse antes de jugar el partido. Por eso, ayer bien temprano, el dirigente victoriano César Pinate, acompañado del gerente deportivo Carlos Carpio, además del jefe de seguridad José Arroyo, asistieron al estadio Elías Aguirre y constataron el buen estado de los vestuarios, tanto para la visita como del local. La comitiva blanquiazul tomó fotos, a fin de dejar constancia ante la CONMEBOL que los camarines están bien, y que cualquier sorpresa, como la del año pasado, sería una provocación y falta de respeto al juego limpio. "Hemos tomado fotografías para dejar en claro que los vestuarios están en buenas condiciones. Ojalá no nos llevemos sorpresas a última hora", dijo Carpio.El Bocón
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